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Visitamos hoy la villa de Leitza a 840 m. de altitud, con una población aproximada de 3.000 habitantes, situada en el valle de Leizarán.
Históricamernte ha sido una villa suelta o segregada del valle de Basaburúa Menor. Su territorio figura entre los los 50 más extensos de Navarra ( 58.3 km2) y es fronterizo con Guipúzcoa durante 6 ó 7 Km.
La industria, y no la ganadería ,ha hecho que la población de Leitza fuera siempre superior a la del resto de pueblos vecinos
Leitza es una villa con un casco antiguo de hermosas casonas y varios barrios de grandes y típicos caseríos. La industrialización ha favorecido la creación de bloques de casas vecinales que le hacen perder parte de su carácter rural.
Desde la altura la domina la parroqia de S. Miguel de piedra gris de la zona y planta de cruz latina abrazada a sus pies por un profundo pórtico.
Junto al frontón, llama la atención un gran edificio de piedra de sillería con un amplio porche y terraza en la segunda planta; se trata del Ayuntamiento, levantado en el s. XVII y reconstruido en 1917.
También es conocida la villa por su gran tradicción pelotazale y es cuna de famosos aitzkolaris y harrijasotzailes o levantadores de piedra, y aporta al acervo de la tradición su grupo de danzas y su ingurutxo
Rutas de los tres grupos
Así transcurrió el día
Hemos disfrutado de un día completo en todos los sentidos: sol, nada de aire, cielo despejado, naturaleza inconfundible. Y paseado por unos lugares de montaña de mucha riqueza y variedad. La vez anterior que estuvimos por estas hermosas tierras fue la niebla la protagonista de casi toda nuestra jornada.
Hoy los autobuses nos han dejado a las 09,10h. en el Alto de Ezkurra a los grupos de Media y Baja. Juntos hemos iniciado la travesía pero pronto nos hemos separado los dos grupos. Los de Baja han tomado camino hacia la derecha para llegar a un asca y tomar el PR que les ha llevado hasta la ermita de la Sta. Cruz para bajar desde alli al pueblo.
El grupo de Media nos hemos desviado a izquierda para adentrarnos por un camino que atraviesa un bosque de hayas que nos ha llevado al alto y tras atravesar unos prados empezar el ascenso al Kornieta.
Durante toda la subida las vistas a nuestra derecha son inmensas . Rebaños de ovejas lachas, aquí y allí, vacas y caballos pastando por los prados y helechales del monte, bordas, caseríos dispersos por todos los lados, nos ofrecen la cara bucólica de la realidad de lo que es este mundo rural.
Desde el alto de Kornieta y tras pasar por la pista que atraviesa el parque eólico se ha cogido el PR que nos ha llevado hasta la ermita. La larga bajada hasta ella ha hecho estirarse el grupo pero se ha hecho una parada para reagruparse. Es el mismo camino por el que antes han pasado los de Baja.
El grupo de Montaña ha iniciado su andadura en Goizueta. Desde allí por un camino en un fuerte zig-zag, han empezado a subir a través de pequeñas lomas al Mandoegi. Alcanzada su cima han continuado hacia el Urepel y después de coronarlo, han iniciado el descenso hacia la izquierda para llegar a Leizalarrea, para coger un camino a la derecha que les saca a la vía verde del Plazaola y por él llegar hasta la villa.
Ofrece ésta todas las comodidades para satisfacer las necesidades y apetencias de la variedad de grupos de Aitonak y poder gozar en grata compañía y amena charla de las festivas tardes de nuestros miércoles. Acabamos visitando la parroquia de S. Miguel y cantando la Salve.
Instantáneas de la travesía
Llegada de los autobuses al Alto de Ezkurra
Grupos de Media y Baja al comienzo de la travesía
Improvisados pastores apartando el rebaño
No está el camino nada claro
prados, bosques, bordas y caseríos
Todos opinan pero el guía manda
Por el buen sendero camino del Kornieta
Ya casi en la cima
Van llegando a la cima. Parada para almorzar
Escuchando los consejos de un experto guía
Gozando de las vistas y del momento
Parte del grupo en el Kornieta
Saliendo a los prados camino de los molinos
Pasando las huestes por las horcas Caudinas
Las vacas ni se inmutan
Lo bien repartido bien sabe
Caminando por el parque eólico
Dejados los molinos atrás, iniciamos la bajada
Vista de Leitza
Camino de la ermita paramos para reagruparnos
Pasando por el Calvario
Llegando a la ermita
Ermita de la Sta. Cruz
Bajada de la ermita hacia la villa por el PR
Otra vista de Leitza
Llegada a la villa
Haciendo tiempo antes de entrar al restaurante Sagasti
Disfrutando gratis de un pediluvio de relax
Así les fué a los de Montaña
Los del grupo de Montaña hemos salido desde Goizueta tomando una empinada vereda, empezando la subida sin tiempo para entrar en calor.
Comenzamos la travesía todos agrupados y disfrutando del camino y de las bellas vistas en las cercanías de la Villa, pero esto duraría poco.
Se preveía nada mas salir que habría desbandada general pues había varias opciones para realizar la marcha.
El grupo que traía la comida en las mochilas, se tomó la marcha con mayor tranquilidad.
Los que acudirían al comedor, deberían apurar el paso si querían llegar a tiempo al mismo.
Así, pues, la subida se asemejó a una procesión de hormigas hasta reagruparnos en una cresta para almorzar con el Mandoegi a tiro de piedra. A partir de aquí los grupos se diferenciaron claramente.
¡ Que bonitas vistas hemos disfrutado ! Pudimos apreciar cerca las siluetas de Larun y peñas de Haya, así como el Jaizkibel y el Adarra y, entre ellos, una vista de Donosti con el Ugull e Igueldo enmarcando la ciudad. Desde las cimas de Mandoegi y Urepel , echando la vista lejos, se ve perfectamente el pirineo navarro desde el Adi hasta la Mesa de los Tres Reyes. Volviendo la vista al sur, las siluetas conocidas de Malloak y Artxueta y , a su derecha ,los montes de Gipúzcoa. Kornieta más cerca donde los de la Media y Baja disfrutaban del paseo.
El descenso hasta Ixkibar, muy pendiende, se hizo notar en nuestras rodillas. Desde allí unos prefirieron la ruta por el monte por Aritzaundi, mientras otros prefirieron la pista. Otra alternativa fue bajar hasta tomar la vía del antiguo Plazaola para retornar a Leitza.
Comenzamos la travesía todos agrupados y disfrutando del camino y de las bellas vistas en las cercanías de la Villa, pero esto duraría poco.
Se preveía nada mas salir que habría desbandada general pues había varias opciones para realizar la marcha.
El grupo que traía la comida en las mochilas, se tomó la marcha con mayor tranquilidad.
Los que acudirían al comedor, deberían apurar el paso si querían llegar a tiempo al mismo.
Así, pues, la subida se asemejó a una procesión de hormigas hasta reagruparnos en una cresta para almorzar con el Mandoegi a tiro de piedra. A partir de aquí los grupos se diferenciaron claramente.
¡ Que bonitas vistas hemos disfrutado ! Pudimos apreciar cerca las siluetas de Larun y peñas de Haya, así como el Jaizkibel y el Adarra y, entre ellos, una vista de Donosti con el Ugull e Igueldo enmarcando la ciudad. Desde las cimas de Mandoegi y Urepel , echando la vista lejos, se ve perfectamente el pirineo navarro desde el Adi hasta la Mesa de los Tres Reyes. Volviendo la vista al sur, las siluetas conocidas de Malloak y Artxueta y , a su derecha ,los montes de Gipúzcoa. Kornieta más cerca donde los de la Media y Baja disfrutaban del paseo.
El descenso hasta Ixkibar, muy pendiende, se hizo notar en nuestras rodillas. Desde allí unos prefirieron la ruta por el monte por Aritzaundi, mientras otros prefirieron la pista. Otra alternativa fue bajar hasta tomar la vía del antiguo Plazaola para retornar a Leitza.
Instantáneas de la travesía