Se halla en un altozano y está rodeada por una muralla que mandó levantar el rey Sancho el Fuerte de Navarra. Todavía se conservan cinco puertas de acceso a la ciudad. Sus nombres son: Mercadal, Carnicerías, Páganos, San Juan y Santa Engracia. Sus calles y rincones conservan un gran sabor medieval. Su economía está basada en la industria del vino, con elaboración propia y numerosas bodegas donde se produce el vino con denominación Rioja.
Como monumentos más característicos están las altas murallas que rodean la localidad. Tienen paredes de unos dos metros, recubiertas de piedra de sillería y coronadas por un adarve o camino de Ronda almenado. Cuenta con cinco puertas de acceso a la villa.
Así transcurrió el día
En el mes de mayo pasado ya estuvimos cerca de estos parajes visitando entonces Labastida. Hoy hemos finalizado nuestra excursión en Laguardia.
Tierras exuberantes de inmensos viñedos protegidos por la sierra de Cantabria entre los que se entremezclan las siluetas de modernas bodegas con otras más antiguas como si se tratasen de venerados templos donde el fruto generoso de la vid sufre silencioso su proceso de transformación hasta que nuestros sentidos saborean sus esencia, color,aroma y sabor.
Por Acedo, dirección Vitoria, nos han llevado los tres autobuses hasta el pueblo de Lagrán en donde han descendido los grupos de Media y Montaña. Juntos han tomado una pista que les ha llevado hasta la falda de la sierra. Cruzando por delante de varias carboneras, la sombría senda les ha conducido hasta el puerto del Toro. Aquí los de Media por sendas descendentes acceden al tramo asfaltado que baja a Laguardia pasando antes por delante de la bodega Ysios y llegar al restaurante.
Los de Montaña, desde el puerto del Toro, han tomado senda ascendente hacia la Cruz del Castillo. Tras admirar desde la cima las impresionantes vistas han retornado al puerto para hacer el mismo camino que los de Media.
Los de Baja han comenzado su excursión entre Lanciego y Elvillar. Dirección norte al principio hacia un dolmen y dirección oeste luego hasta contemplar otro dolmen. Continuando por pista se van acercando a Laguardia hasta pasar por delante de la bodega Ysios y llegar hasta el restaurante La Huerta Vieja. Goza este de un inmenso y moderno comedor en donde hemos tenido la comida de grupo. Perderse luego por el pueblo es gozar de un encanto peculiar. Situado en un alto, encerrado entre sus murallas, esconde entre sus calles y plazas su pasada y vibrante historia y muestra y ofrece al visitante con cálida acogida su presente.
Hermosa y completa excursión.