Hoy nuestros pasos discurren por los
Mallos de Riglos y Murillo de Gállego
Murillo de Gállego conserva la magia del paso del tiempo, los primeros asentamientos en el pueblo se encuentran en la cima del mismo, y los restos como la necrópolis así lo constatan. Durante el periodo 1104-1112 fue un reino independiente. La reina Berta, segunda esposa de Pedro I de Aragón, fue soberana del Reino de los Mallos. Apenas han llegado hasta nosotros restos del castillo aunque si la zona donde se supone que estuvo ubicado, conocida actualmente como A Torre.
Presenta un encantador casco urbano formado por un irregular entramado de calles que se han sabido adaptar perfectamente a la morfología del terreno. Cuando se pasea por sus calles hay que observar los símbolos y marcas de las diferentes épocas de la historia que hemos atravesado. Hay dinteles con inscripciones en celtíbero, así como “religadas”. Una “religada”, palabra aragonesa, es la denominación en general que reciben los símbolos grabados en casas, u elementos artesanales como símbolos protectores.
Presenta un encantador casco urbano formado por un irregular entramado de calles que se han sabido adaptar perfectamente a la morfología del terreno. Cuando se pasea por sus calles hay que observar los símbolos y marcas de las diferentes épocas de la historia que hemos atravesado. Hay dinteles con inscripciones en celtíbero, así como “religadas”. Una “religada”, palabra aragonesa, es la denominación en general que reciben los símbolos grabados en casas, u elementos artesanales como símbolos protectores.
En la calle de la Morería, ahora llamada Morera, se podrán encontrar curiosas marcas en las fachadas de la calle, que indican la conversión forzosa al cristianismo a la que se vieron abocados los llamados moriscos que ahí habitaban en los siglos XVI y XVII.
En la zona más alta del pueblo nos encontraremos con la iglesia parroquial de La Virgen de La Liena, la cual, apenas conserva de su edificación original, una ventana geminada con dos arcos en uno de sus muros, de mediados del siglo X. Junto a la iglesia se encuentran restos de una necrópolis medieval. Las tumbas antropomorfas, excavadas en la roca, están en muy buen estado de conservación.
En la zona más alta del pueblo nos encontraremos con la iglesia parroquial de La Virgen de La Liena, la cual, apenas conserva de su edificación original, una ventana geminada con dos arcos en uno de sus muros, de mediados del siglo X. Junto a la iglesia se encuentran restos de una necrópolis medieval. Las tumbas antropomorfas, excavadas en la roca, están en muy buen estado de conservación.
Dominando la panorámica general de Murillo, nos encontramos con la iglesia de San Salvador. Está catalogada como Bien de Interés Cultural, A destacar la cripta del Santo Cristo, que consta de tres naves. La importancia de esta cripta reside en que tan solo hay ocho catalogadas en toda la península.
Fuera de los núcleos urbanos podemos visitar diferentes ermitas que están situadas en los montes de Murillo. Las ermitas de San Ginés, y San Juan de Barto.
Murillo de Gállego es un lugar vivo y de tradiciones, Nuestras fiestas patronales en honor a San Bartolomé tienen su día grande el 24 de agosto, comienzan con el volteo de campanas y un curioso sainete (teatro tradicional) donde salen a relucir las anécdotas del último año.
Los Mallos de Riglos son consecuencia de la elevación de los Pirineos durante la orogenia alpina y están formados principalmente de conglomerados del Mioceno, sedimentos con cantos rodados de tamaño significativo cementados por grava y arena.
Al crearse la cordillera pirenaica, la erosión provocó que gran cantidad de material fuera arrastrado hacia el sur por cauces que vertían sus aguas a la antigua depresión del Ebro, depositándose y sedimentándose en enormes conos de deyección. Estos depósitos aluviales fueron elevados por plegamientos de las capas inferiores y posteriormente erosionados, dando lugar a estas impresionantes paredes. La meteorización, sobre todo la de tipo fluvial, abrió profundas barranqueras ensanchándose las fisuras y formándose las características chimeneas. Los estrechamientos y techos que aparecen en ellas son debidos a que la roca más dura ha persisitido a pesar de la erosión de las aguas fluviales.Tradicionalmente los Mallos de Riglos se dividen en tres grupos. Los mallos grandes, los mallos pequeños o mallos chicos y los Fils.
Los mallos grandes son: el Firé, antiguamente era conocido como Mallo de las Diez. Las cinco puntas que lo coronan reciben los nombres No Importa -Centuria del Frente de Juventudes-, Ángel Mateo Tinao -hermano de Joaquín Mateo, primer ascensionista de la punta-, Buzón -por el buzón de registro que dejaron los primeros ascensionistas-, Mallafré -en homenaje a su primer ascensionista, Ernest Mallafré, aunque originalmente fue llamada «de los catalanes»- y José María Montolar -Centuria del Frente de Juventudes,3
el Pisón, llamado tradicionalmente «o Pisoné»,
el Puro, antiguamente conocido como «o fuso» -el huso, en aragonés- siendo denominado sin éxito tras su primera ascensión como mallo Francisco Franco,
el Castilla (o de los castellanos), por el origen madrileño de los primeros escaladores que abrieron vías aquí. Está situado en el Circo de Verano, tras el Pisón,
los Volaos, por su cercanía al rápel del Volao del Pisón,
el Cuchillo, por su afilado perfil conocido como el Filo del Cuchillo,
el Melchor Frechín, conocido originalmente como Mallo o Punta Sin Nombre,
la Visera, considerado el mayor desplome de España, con 60 metros desde la base del mallo hasta la vertical del final de la pared,
el mallo del Agua, por generarse en él un pequeño curso de escorrentía tras las lluvias.
Los mallos pequeños son: Colorado, por el tono rojizo característico de su cara norte,
Chichín, mote de Roberto Martí, junto a Serón y Millán uno de los primeros ascensionistas a la punta No Importa del Firé,
Herrera, en recuerdo de José Enrique Herrera,
Magdalena, también llamado originalmente «el Molondrón»,
Cored, en recuerdo de Mariano Cored Agustín, escalador oscense fallecido en el primer intento de escalada del Puro,
Carilla, en recuerdo de Víctor Carilla Pomar, escalador zaragozano fallecido en el cuarto intento de escalada del Puro,
Aguja Roja, denominado originalmente «la remolacha»,
Gómez Laguna, como homenaje a Luis Gómez Laguna, alcalde de Zaragoza entre 1954 y 1966. Originalmente fue denominado como «el pimiento»,
Capaz, nombre de una centuria del Frente de Juventudes que a su vez recibe el nombre del General Capaz.
Más al este, destacan el Paredón de los Buitres, también llamado mallo Arcaz, y el Macizo d’os Fils -«de los hilos» en aragonés, por su estratificación horizontal- donde destacan la Peña don Justo, en homenaje a don Justo Garasa, el Tornillo y el Tornillito o Falso Tornillo, ambos por su forma característica.NUESTRAS RUTAS
ASÍ HA TRANSCURRIDO EL DÍA
En tres palabras se puede resumir el día: calor, calor y calor con todo lo que conlleva, insolación, deshidratación e hipoglucemia. Nos lo pasamos estupendamente por unos paisajes impresionantes.
Llegamos con los autobuses al embalse de Peña y nos bajamos los grupos de montaña y baja que todos juntos pasamos un puente y cogiendo un camino y enseguida nos separamos del grupo de alta, cogemos un sendero a la derecha viendo todo el rato el río Gállego llegamos a una central y por sendero llegamos a la vía y cruzándola en dos ocasiones llegamos a Riglos pasamos el pueblo cogiendo un carretil pasando por la estación del tren y luego por una pasarela del río llegamos al pueblo donde están los autobuses. Distancia: 10,8 km.
El grupo de Media inicia el recorrido en la estación de tren de La Peña por un camino paralelo a la vía del tren. Pasa por debajo de la carretera y gira a la izquierda para tomar el camino de la Foz de Escalante, rebasada la foz en un cruce de caminos un cartel nos indica el camino de Riglos. Ascendemos por la pista y sendero hasta un collado donde cruzaremos el camino y seguimos por la senda. En el último tramo de subida agradecemos la sombra del bosque, pasamos por los restos de un antiguo incendio hasta otro cartel. Seguimos hacia Riglos e iniciamos la bajada por una senda con bastante pendiente. Nos paramos en un par de miradores para contemplar el desfiladero y los rápidos del río Gállego. Un poco más de subida y salimos a la vista de los Mallos. Pasaremos entre ellos por la senda, bajando con cuidado pues hay mucha piedra suelta y la pendiente es fuerte. Llegamos a Riglos y seguimos por la carretera hasta la estación del ferrocarril, donde tomamos el camino que lleva hasta la pasarela y atravesamos el Gállego para subir a Murillo donde finaliza nuestra travesía. Distancia recorrida 12,8 Kms
El grupo de alta comienza su ruta en dirección al pantano. Pasa por el túnel y baja por el lado izquierdo para pasar por la presa y continuar paralelo a la vía del tren hasta llegar al puente que viene de la estación. Allí cruza la vía del tren dirigiéndose hacia el monte para enlazar con la pista que nos irá subiendo hacia el monte San Román. Durante la subida la pista la dejaremos dos veces para coger unos atajos. El último tramo de la subida hay que hacerlo monte a través porque no hay senderos definidos y sí mucho monte bajo. En la bajada sucede lo mismo. Bajaremos rectos, por el lado contrario a la subida, hasta coger el camino que nos lleva a la senda de bajada a Riglos. Pasaremos por una borda y un mirador desde el cual se ve muy bien los Mallos de Riglos. La bajada es dificultosa y pica con mucha piedra suelta. Una vez pasados Los Mallos y el pueblo de Riglos, cruzaremos la vía del tren dirigiéndonos hacia la pasarela que hay sobre el río Gállego para coger la pista que nos lleva hasta el hostal Los Mallos. Distancia 16 Km.
Regreso a las 18h.
CUMPLEAÑOS.
Han querido compartirlo con nosotros:
Mari Carmen
Los hermanos Félix y Josean
A los tres os deseamos que sigáis con salud
para disfrutar de los miércoles de Aitonak y que cumpláis muchos más.
para disfrutar de los miércoles de Aitonak y que cumpláis muchos más.
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!
Para ver los reportajes de fotos del día
pincha encima de: