Etxalar, villa enmarcada entre montañas y verdes prados, cuenta con una interesante
y cuidada arquitectura popular, que le ha valido el Premio Nacional de Turismo para el embellecimiento y mejora de los pueblos.
En otoño sus alrededores se transforman. Las inertes y zancudas torres, estratégicamente distribuidas en los montes colindantes, toman vida. Son las palomeras que desafian en altura a robles y hayas. Ávidos cazadores se atrincheran en ellas esperando el paso de la paloma para desplegar una de las técnicas más antiguas de captura de aves. Todo un espectáculo.
Bera, localidad navarra situada en el noroeste de la provincia, a orillas del río Bidasoa, en la frontera con Lapurdi y Guipúzcoa. Junto a Arantza, Igantzi y Lesaca, forma la comarca de Bortziriak. Limita por el norte con Biriatu, Azkaine y Urruña; por el este con Sara; con Etxalar por el sur; y con Irún y Lesaka por el oeste. Se encuentra a 65m. sobre el nivel del mar.
Puente romano de Bera
Nuestras rutas
Montaña Media Baja
Así transcurrió
Hemos salido de Pamplona con un ligero retraso para, tras pasar Velate, dirigirnos hacia Etxalar. Aquí no solamente se han bajado los de Montaña sino que ha habido que acomodar al resto del personal en tres autobuses debido a una avería del cuarto. Acumulamos más retraso. Hemos visto partir a los de Montaña en dirección al caserío de Lurriztiederra Auzoa. Sin entrar en él han tomado pista a su dcha. y por el PR- 12 llegar al GR- 11 para alcanzar el collado de Lizarrieta y hacer desde aquí el mismo recorrido que los de Media.
Por la angosta y sinuosa carretera que sube al puerto de Lizarrieta han continuado los autobuses hasta dejarnos en el alto en la explanada de la Venta Lizaieta. Son las 11,20h. Desde aquí el grupo de Baja ha cogido una amplia pista que les ha conducido hasta Bera. Los de Media hemos ascendido al collado de Luziniaga y desde aquí la mayoría del grupo nos hemos animado a subir a la cima del Ibantelli. El resto se ha quedado almorzando en el collado. Ha valido la pena el esfuerzo porque desde ella se aprecian unas inmensas vistas de la zona destacando sobre todas, si cabe, la del majestuoso Larún. En ella hemos almorzado y al empezar a bajar nos hemos cruzado con los de Montaña y ya mezclados hemos hecho el resto del camino.
La bajada por amplia senda es brusca y rápida; castiga bien a las piernas. La hemos tomado con calma gozando de los parajes. Enfrente teníamos como referencia el Larún. Ya abajo lo hemos ido dejando a nuestra dcha. Caminamos un rato por carretera de Sara hasta llegar al restaurante Lizuniaga. Aquí hemos cogido el PR-16 que, por entre bosques de hayas, castaños , prados, bordas y caseríos, nos ha conducido hasta la entrada de Bera. Ha sido el tramo más gratificante de toda la salida.
Llegar luego hasta la sidrería Zubiondo, en el polígono donde hemos comido, nos ha llevado su tiempo. Al atravesar toda la localidad nos hemos dado una idea de la belleza tan singular que tiene este pueblo. No nos ha quedado después de comer ni tiempo ni ganas de volver a verlo más detenidamente. En la terraza de la sidrería hemos montado nuestra tertulia hasta la salida a la 18h. Excursión muy completa y gratificante.
Instántáneas del día
Los autobuses nos dejan en la explanada de Venta Lizaieta.Comienzo del ascenso al collado de Luziniaga
Descansando y almorzando en la cima